domingo, 1 de diciembre de 2013


LEER NO DA URTICARIA

 

Los tebeos han sido colaboradores necesarios para generar muchos lectores en España. 

 

Largas colas para la adquisición de un libro de una autora novel y la tercera edición en apenas dos días. A primera vista sería una noticia a celebrar, autores que escriben, editoriales que arriesgan dinero para su publicación y lectores que responden y permiten mantener una actividad cultural y a la vez industrial. Pero la novedad no estriba en este hecho en sí, que puede ocurrir de vez en cuando con un best-seller; más bien llama la atención el perfil de la autora, Belén Esteban, personaje mediático como consecuencia de su vida sentimental y su frecuente participación en tertulias televisivas de los llamados programas del corazón. Lo que esta señora tenga que contar y lo que  sus lectores ansíen leer es algo que responde a un consumo desaforado de chismes, escándalos y debates donde tiene más razón el que grita y monta la bronca más gorda. En cualquier caso, debe quedar claro que su “mérito” no se fundamenta en ser una chica modesta de un barrio popular; mujeres y hombres de familias y barrios humildes pueblan los número uno de promociones de científicos, artistas, sabios profesores o brillantes profesionales y trabajadores cualificados. El gancho de ser una supuesta autora del “pueblo” que escribe sobre cosas que a la gente normal interesa, es producto de un marketing diseñado de forma impecable y que seguro que han planificado personas que han leído libros algo más profundos que el que han ayudado a promocionar. La cultura y el buen gusto literario no es monopolio de ningún sector social, y aunque no hagan cola, supongo que más de un habitante de Pijolandia andará a estas horas devorando las aventuras de esta famosa señora.

 

Vaya por delante que cada cual puede escribir y leer lo que estime conveniente, y la verdad es que tampoco entiendo la sorpresa que ha causado este “éxito” editorial; el libro en cuestión supongo que será la versión escrita de los programas de consumo masivo en televisión, donde se trivializa hasta extremos indecorosos las relaciones sentimentales o familiares de algunas personas y se exponen sin rubor alguno al conocimiento público. La señora Esteban y su editorial han logrado que una parte (no creo que muy grande) de sus “admiradores” pasen del sofá y mando de tv al contacto con el papel y la letra impresa, aunque lo que se lea no pase a la historia de la filosofía ni de la literatura. Y esta señora no es la única,  basta con repasar algunos ejemplos  en los últimos tiempos para comprobar que hay personas que compran un libro porque alguien aparezca en televisión, aunque su estilo y trayectoria no refleje precisamente mimbres para rellenar un par de folios.

 

Seamos optimistas, si un porcentaje de estos “nuevos” lectores, forofos de la señora. Esteban, se pasan a la tribu de los que no padecen urticaria por el contacto habitual con la letra impresa, bienvenidos sean. Hay otros y mejores ejemplos de una fuerte  motivación que te hacen pasar de forma incondicional a la lectura. Recuerdo la rabia que me daba cuando yo no sabía aún leer y veía a mis dos hermanos mayores con los tebeos, historietas de la época, y aquello debía ser divertido porque con la ayuda de la Escuela me puse a comprender el alfabeto y hasta la presente. Sí, es verdad, no fueron los clásicos, Julio Verne, Dumas, Charles Dickens, Mark Twain…, esos vinieron poco después; yo quería aprender a leer para reírme con los personajes de revistillas como Pulgarcito, el DDT o el Tío Vivo, y personajes como Carpanta (que hambre tenía siempre este hombre, supongo que la se pasaba en la postguerra lo inspiró en su tiempo), Pascual, criado leal, El doctor Cataplasma, Gordito Relleno, Zipi y Zape (ese padre, decimonónico con esos batines y patillas), Doña Urraca, Petra, criada para todo (con esa jefa tan enorme), las familia Trapisonda y Cebolleta, Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte (los subtítulos eran la repera) o Anacleto, agente secreto. Mortadelo y Filemón, de Ibáñez, eran y son mis preferidos; mi hijo se aficionó de niño y tenemos una buena colección en casa. Dibujos de aventuras, El Capitán Trueno, Jabato o hazañas bélicas también se leían mucho en esa época; mucho después me enteré que el guionista de las dos primeras era Víctor Mora Pujadas, militante del PSUC (comunistas catalanes) y que estuvo preso algún tiempo con Franco.

 

De los antiguos tebeos apenas conservo alguno. Los puretas como yo recordarán que eran cuadernillos muy endebles y que se rompían pronto; como anécdota, les diré que yo he conocido tiendas donde se alquilaban tebeos, sí, pagabas no sé cuanto, poco supongo y te llevabas a casa algunos para devolverlos a la semana. Los tebeos, esas revistillas modestas, han sido colaboradores necesarios para generar muchos lectores en España. 

viernes, 15 de noviembre de 2013


PERIODISTAS

 

Sin periodistas no hay medios de comunicación y sin medios de comunicación no hay democracia

 

La “prensa canallesca” es una expresión acuñada por algunos jerarcas del franquismo moribundo para mostrar su malestar y rechazo ante los intentos de la amordazada prensa de la época por informar de lo que pasaba en la España de finales de la dictadura de Franco; a estos fascistas no les gustaba que los lectores de periódicos pudieran recibir información sobre huelgas, manifestaciones, y otras muestras de que el país se movía en una línea, la democracia, y ellos, los que mandaban con puño de hierro, estaban anclados aún en el clima bélico de su “guerra” ganada a sangre y fuego. En efecto, para ellos, la prensa, los periodistas (salvo los del régimen, claro) eran “canallas” que se jugaban su libertad (más de uno dio con sus huesos en la cárcel), su patrimonio soportando multas millonarias para la época y a los que a veces les cerraban periódicos, como el diario Madrid, al que Fraga puso en su punto de mira hasta que acabó con él. Muchos ejemplos se podrán añadir a los mencionados, pero no quiero dejar de recordar en mi ciudad, Málaga, al diario Sol de España, que tuvo que soportar un cierre temporal en 1974 por informar sobre las tropelías económicos de Girón de Velasco (exministro de Trabajo de Franco); es de justicia recordar y rendir homenaje  a una serie de periodistas que en este diario intentaron ejercer una libertad, la de información, que en esos momentos estaba vedada en la España de Franco, y así citar, entre otros y pidiendo disculpas por las omisiones, a Rafael de Loma, Juan de Dios Mellado, Andrés García Maldonado, Horacio Eichelbaum, Rafael Rodríguez, Juana Basabe, y el joven fotógrafo Rafael Díaz Pineda. Creo que ningún estudiante de nuestra Facultad de Comunicación debería terminar sus estudios sin conocer y valorar en sus justos términos, lo que sus mayores en la profesión tuvieron que soportar en los años de la dictadura.

 

Y a estos jóvenes, que en cualquiera de nuestras Universidades ahora se forman para ser periodistas, les quiero destacar, en mi condición de jurista, la enorme importancia que tiene lo que harán cuando, espero que pronto, se incorporen al ejercicio de su digna profesión, y que no es otra cosa que la garantía de nuestro derecho, el de todos, a recibir información veraz, como proclama el artículo 20 de la Constitución; este precepto establece, entre otros contenidos, que “1. Se reconocen y protegen los derechos: …..d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.” Los periodistas, en su trabajo en los medios de comunicación, son pieza clave de un Estado democrático, y para muestra se debe recordar lo que mantiene nuestro Tribunal Constitucional en unas de sus primeras sentencias, al decir sobre este derecho que “... garantiza el mantenimiento de una comunicación pública, sin la cual quedarían vaciados de contenido real otros derechos que la Constitución consagra, reducidas a formas hueras las instituciones representativas y absolutamente falseado el principio de legitimidad democrática que enuncia el artículo 1.2 de la Constitución, y que es la base de toda nuestra ordenación jurídico-política..., sin la cual no hay sociedad libre ni, por tanto, soberanía popular...”(S.T.C. 6/1981, F.J. 3.º). Por todo esto, se puede comprender que a los dictadores de cualquier pelaje, les moleste tanto la prensa libre y se sientan tan cómodos con los que escriben a su dictado.

Soy consciente de que un medio de comunicación es una empresa, y que tiene que ser viable, pero no es una empresa cualquiera, cumple un papel esencial en un sistema democrático como ha quedado demostrado y los criterios de gestión deben tener esto en cuenta para no dilapidar sus recursos humanos con despidos masivos o cierres de medios y para no convertir nunca la publicidad institucional en una inspiración de sus contenidos informativos.

 

Soy de una generación donde comprar periódicos y leerlos eran hábitos cotidianos; los mantengo, los intento inculcar en mis hijos y alumnos y muestro mi preocupación ante el desapego de una parte importante de la juventud por el hecho maravilloso de alumbrar un periódico todos los días. No podemos confundir nunca la información dispersa y a veces anónima que circula por la red con un trabajo informativo elaborado por profesionales.

 

Comprenderán ahora, queridos lectores, que cuando me despedí de mis responsabilidades como concejal hace ya casi un año, afirmara con total convicción, avalada por mi propia experiencia, que “sin periodistas no hay medios de comunicación y sin medios de comunicación no hay democracia”. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LISTAS ABIERTAS

 

Necesitamos representantes políticos con pasado y futuro, y con un presente donde asuman el puesto institucional como un compromiso de servicio a la sociedad y con fecha de caducidad para no convertirlo en su modus vivendi.

 

La política en una cuestión de todos, sin exclusión, y continuar con una campaña de desprestigio, mezclando corruptos con la inmensa mayoría que son decentes, es un grave error, aparte de una enorme injusticia. Pero otro error igual de considerable sería mirar a otro lado y no asumir que en la sociedad española se está instalando una desafección preocupante hacía todo lo que huela a política e instituciones, y este último error lo siguen cometiendo las direcciones de los partidos políticos, que siguen actuando, en lo básico, con iguales formas y criterios a la hora de hacer política y seleccionar a los candidatos en los distintos procesos electorales, ofreciendo una imagen de más de lo mismo, personas que llevan muchos años alejados de otra actividad que no sea vivir para y de la política, y cuyos mensajes son de difícil aceptación porque los sostienen unos rostros, unos nombres y apellidos, que no ofrecen ilusión y credibilidad, sino más bien hastío ante lo permanente e inmutable de su cansina presencia en el panorama público, una veces como concejal, como senador, diputado autonómico, diputado a Cortes Generales, al Parlamento Europeo…, sirven para un roto y para un descosido. Por desgracia estas malas prácticas están presentes, en mayor o menor medida, en todas las fuerzas políticas.

 

Nada que objetar desde el punto de vista de su legitimidad democrática, han sido elegidos en las urnas o han sido designados ministros, consejeros, o altos cargos, por quienes tienen esa legitimidad, pero, ¿hay que resignarse con esto? La solución no estriba en renovar algunas caras con liderazgos mediáticos, sobrados de consignas y faltos de trayectoria laboral, política y ciudadana, ya que se sigue cayendo en los mismos hábitos, a corto o a largo plazo, que se pretendían superar. El marketing  no me parece mal para mejorar la recepción del mensaje político, pero no para maquillarlo haciendo que pasen por audaces e innovadores cuando están huecos de contenido.

 

Las listas abiertas no son la panacea, lo sé y no les otorgo la solución inmediata al problema, pero su implantación, tras la debida reforma de la legislación electoral, ayudaría a que la coherencia, el reconocimiento social, la credibilidad fundada en una vida de trabajo y compromiso cívico, en fin, el currículum personal (que no es solo académico), sean valores esenciales a la hora de elaborar una candidatura electoral, ya que la libertad del votante a la hora de decidir hará que para los partidos resulte temerario seguir en la línea de listas preñadas de equilibrios internos y de nombres y apellidos de una fidelidad perruna, no a las ideas y principios del partido, sino a las personas con capacidad para incluirlos o sacarlos de la papeleta electoral.

 

Hay varios modelos en nuestra historia electoral y en derecho comparado de listas abiertas, y de hecho, en el Senado, es la fórmula desde 1977 en nuestra legislación vigente; por eso, no basta con su inclusión en la norma, hace falta una cercanía de los ciudadanos a la cosa pública, intentando que la sienta como algo suyo (y de hecho es así) y no de una minoría profesionalizada.  Pero aviso a navegantes, la salida no es el populismo  y el desprestigio de los que elegimos en las urnas a favor de unos supuestos “salvadores” que la experiencia enseña que confunden de forma delictiva sus intereses personales con los públicos (Gil como ejemplo de libro). Y tampoco abogo por el  relativismo ideológico, la confrontación democrática es positiva, el contraste de ideas y soluciones distintas nos involucra en la política porque nos sentimos representados en tal o cual posición; no es lo mismo la izquierda que la derecha, aunque no hay necesidad de fracturas irreconciliables con insultos, crispación y diálogos de sordos.

 

No propongo, por tanto, gobiernos tecnócratas, solución que casi siempre esconden el mantenimiento del status quo con la excusa de soluciones aparentemente neutrales, pero que siempre defienden los mismos intereses de minorías poderosas frente a las mayorías sociales, pero tampoco resulta aceptable que la formación, el prestigio profesional y la independencia de criterios  a veces resulten un desmérito en la elaboración de las listas electorales o en la designación de gestores públicos.

 

Necesitamos representantes políticos con pasado y futuro distintos al cargo a desempeñar, con profesión u oficio, con trayectoria humana, vital y laboral. Necesitamos hombre y mujeres que asuman el puesto político institucional, sea de la naturaleza que sea, como un compromiso de servicio a la sociedad y con fecha de caducidad para no convertirlo en su modus vivendi. Y los necesitamos ya, 2015 está a la vuelta de la esquina. 

viernes, 1 de noviembre de 2013


CON LA MEJOR DE SUS SONRISAS

 

El cáncer es una maldita lotería que te puede tocar, aunque nadie compra el boleto.

 

Pueden ser más grandes o más pequeñas, más cómodas o con asientos más duros. En todos los grandes centros hospitalarios existe la sala de espera del correspondiente servicio de oncología, un lugar que estoy convencido que, salvo los profesionales que atienden a los pacientes, nadie pisaría si una razón muy poderosa no le obligara a ello. Un mal día avisa, un dolor raro, una mancha sospechosa, un color amarillento o un bultito que duele, la familia que da la matraca para que el afectado vaya al médico. Muchas veces son alertas inocentes y todo queda en un susto que se supera pronto, pero en ocasiones la fatalidad entra a saco en la vida del hombre o mujer, incluso a la del niño o niña, y en la historia clínica aparecen las palabras carcinoma  neoplasia, tumor; o cáncer. Los médicos se desviven para compatibilizar su deber legal de consentimiento informado, explicando con rigor científico lo que viene (y lo que viene no es bueno), con la sensibilidad para no hundir la esperanza. Pocas veces una explicación verbal o escrita es analizada con tanto detenimiento, cualquier detalle es esencial para salir de esas consultas con más o menos ganas de luchar; ¿pero, hay solución doctor?, ¿es maligno?, ¿quimio o cirugía? Si las paredes hablaran, darían testimonio de miles de preguntas en tono angustiado buscando siempre una palabra de aliento, un tratamiento experimental, algo a lo que agarrarse. A veces, por desgracia, la verdad es cruel, pero necesaria, hay que asumir los tiempos, el ritmo de un túnel que hay que pasar lo mejor posible.

 

Volvamos a esa sala; la espera, a veces larga, permitía que surgieran momentos para la conversación, para el conocimiento mutuo de enfermos y acompañantes que hablan, leen, miran al vacío, quieren un futuro aunque la estadística se lo ponga difícil; cuando la cita es para que al enfermo le “den quimio”, el tratamiento lo deja hecho polvo, incluso sin pelos, pero sin embargo atenúa el avance de esas células locas y dan tregua al calendario, esa lista de meses y días que ahora se mira con tantas ganas de llenarlos, de disfrutar de cada minuto. Puede que esas sesiones tan duras adelgacen sus cuerpos pero no la valentía para seguir; se alejaban quedando para otro rato de charla en la próxima sesión, y los que nos hicimos habituales en esa sala de espera, sentíamos de corazón las ausencias, sabíamos que esa vez el cáncer  había ganado.

 

Cada persona afectada por esta maldita enfermedad es una historia distinta; muchas veces acaban bien y se queda en un mal recuerdo, otras, sin embargo, ponen término a proyectos vitales, algo siempre cruel y doloroso, sobre todo cuando esa vida apenas había iniciado su andadura. ¿De qué depende que pase una cosa u otra? Seguro que hay factores ambientales, hábitos, y sobre todo factores genéticos, pero el cáncer es una maldita lotería que te puede tocar, aunque nadie compra el boleto.

 

Ayer celebramos el día contra el cáncer de mama, una de las modalidades de esta indeseable lotería; conozco pocas familias donde no haya entrado para poner miedo, sufrimiento y a veces luto. A los que ahora luchan, el abrazo y el ánimo más grande; cada día los profesionales sanitarios cuentan con más conocimientos derivados de la investigación y de su trabajo diario, y lo que antes era inexorable puede que ahora admita solución; que no les falten a nuestras queridas “batas blancas” el apoyo y la infraestructura, que no soporten recortes irresponsables, y todo ello para que las alegrías  ganen por goleada a los lutos, para que muchas lágrimas de dolor se conviertan en suspiros de esperanza ante una mejoría, un buen diagnóstico, un futuro para que los proyectos se conviertan en biografías.

 

El 25 de diciembre hará 8 años, sí, una mala navidad para culminar un año casi justo de lucha sin cuartel contra lo inevitable; no viviremos lo suficiente para agradecer a los médicos que dirigieron esa lucha, al resto del personal sanitario, a todos los que nos ayudaron a pasar ese mal trago. Era de una fortaleza física y psíquica formidable, jamás lo escuche quejarse, jamás; recuerdo la dignidad con la que  asumía que le había tocado, y las muchas veces que se intercambiaban los papeles y daba ánimos cuando nuestras lágrimas no nos dejaban ver la serenidad en su rostro. Nos decía que se iba sin decirlo, sin hablar de eso, con la mejor  de sus sonrisas, recordando nuestra infancia común, dando buenos consejos, preparando lo que venía como si nada pasara. Mi padre no pudo seguir y se fue con su primogénito a los dos meses. Sí, fue una racha terrible en mi familia; es difícil mirar nuestra foto de familia, estilo “cuéntame”, y asumir que Manolo y papá no están.

 

Por los que siguen luchando contra la enfermedad, por la memoria de los que nunca se rindieron.

domingo, 27 de octubre de 2013



 
la “doctrina Parot”

 
Ni en el Tribunal Supremo son unos fascistas ni en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos son amigos de los terroristas.

 “Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio”. Este sabio consejo se lo da don Quijote a Sancho antes de ir a gobernar la ínsula Barataria en la segunda parte de esa joya de la literatura universal  que es el “Quijote”, y podría constituir la oportuna síntesis de una de las bases de las sociedades civilizadas, aquella por la que los conflictos y agravios que podamos recibir deben ser enjuiciados y resueltos por un tercero, un juez,  que actuando conforme a la Ley ofrezca la respuesta, en el caso penal, que la sociedad en cada momento entienda proporcionada en atención a las penas previstas en el Código Penal. Es decir, no cabe la autotutela de tus legítimos deseos de condena al delincuente que te ha hecho un daño directo, ya que es natural y plenamente comprensible que las víctimas quieran una condena equivalente al daño provocado por el delincuente, pero esa es la diferencia entre nosotros y los terroristas (y otros de similar ralea), no podemos bajar a su sucio nivel, y respetamos sus derechos aunque esa chusma haya convertido en profesión pisotear los nuestros.

 

Un aluvión de comentarios ha suscitado la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por la se declara que la llamada doctrina "Parot” vulnera el artículo 5 del Convenio Europeo de Derechos Humanos al aplicar el Tribunal Supremo de forma retroactiva jurisprudencia más desfavorable al reo. La doctrina “Parot” tiene su origen en la sentencia del Tribunal Supremo del 28 de febrero de 2006 por la que los beneficios penitenciarios se aplican respecto de la totalidad de las penas impuestas en las sentencias y no sobre el máximo legal permitido en el Código Penal; esta doctrina del TS evidentemente posibilita una mayor permanencia en prisión del condenado y su revisión por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos reduce de manera importante la misma. Por tanto no se cuestiona el sistema penal español ni la sentencia “pone” coto a una supuesta vulneración sistemática de los derechos humanos en España; presentarlo de esta forma es desconocer los términos del debate, con independencia de que se esté a favor o en contra de la “doctrina Parot”. Se habla menos de que en 2003 se cambia el Código Penal (Ley Orgánica 7/2003, de 30 de junio, de medidas de reforma para el cumplimiento íntegro y efectivo de las penas) y si los delitos de la etarra  Inés del Río terrorista  se hubieran cometido a partir de esa reforma seguiría en la cárcel hasta 40 años, y la doctrina emanada de la referida sentencia no cuestiona en absoluto esta situación de ampliación efectiva del cumplimiento efectivo de las condenas.

 

Por todo esto me parece muy imprudente que, sin un mínimo conocimiento de estos datos básicos, algunos inicien un repique de campana para alabar esta sentencia como un supuesto “triunfo” de los derechos humanos de los reos, presentando al sistema penal español como una república bananera.  Por otra parte, comprendo el rechazo de unas víctimas con los nervios a flor de piel (han matado a sus seres queridos), a mí tampoco me gusta ver en la calle a esta etarra asesina al día siguiente de la sentencia, pero el  dolor de las víctimas del terrorismo, violaciones, asesinatos y otros crímenes horrendos debe ser respetado, nunca utilizado de forma torticera por unos extremistas que  te convierten de forma automática en amigo de ETA si no aceptas al dedillo sus bravuconadas, intentando monopolizar la natural rabia de las víctimas.

 

Se cuenta que, para pelotear de forma indecente al golfo de Fernando VII, el rector de la Universidad de Cervera mostró su adhesión al Rey traidor afirmando que “lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir”; me temo que algunos se han adherido a tan “intelectual” hábito, y hablan, insultan y dictaminan, sin perder el tiempo en discurrir un mínimo sobre una cuestión que, por afectar al dolor de quien ha sufrido una violencia extrema, debe ser abordada con una exquisita sensibilidad, y por la complejidad que tiene exige la mesura que debe otorgar el conocimiento y la razón.

 

Hay que conseguir un debate sereno y responsable, ni en el Tribunal Supremo son unos fascistas por aplicar la “doctrina Parot” ni en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos son amigos de los terroristas por sentenciar en su contra.

 

lunes, 14 de octubre de 2013


 
EL DISCURSO DE CHARLOT

Mi columna de ayer en SUR. 

De todos y todas depende que la humanidad jamás pase por algo tan vil y asesino como el nazismo.

 

“Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad. Soldados: En nombre de la democracia, debemos unirnos todos." Así acabó el discurso el humilde barbero judío (interpretado magistralmente por Chaplin), quien usurpando la identidad de Hynkel (parodia de Hitler) sintetizó la repulsa total al nazismo y su obscena borrachera de sangre y odio. El cine Capitol, en la malagueña calle mármoles, rugió con un emocionado aplauso a esta escena del “Gran Dictador”, que no se pudo estrenar en España hasta la muerte de Franco, compañero de fechorías del personaje malo de la película. Lo recuerdo como si fuera ayer, porque junto con mi hermano Manolo era uno de los espectadores que aplaudían a rabiar ante ese pequeño soplo de libertad en una España que salía de una dictadura avanzando a duras penas a la Democracia, que con todas sus imperfecciones, estoy dispuesto a defender con uñas y dientes ante tanto iluminado de variado pelaje que vocifera su sustitución por la paz, pero la de los cementerios.

 

No puedo saber lo que tienen en la cabeza estas “bestias pardas” que bajo todo tipo de ropaje y simbología, se dedican al negocio de la muerte, el pateo de personas indefensas, la amenaza y a otros tipos del Código Penal. La raza, la unidad de la Patria o el anticomunismo son los iconos de esta cuadrilla; al igual que sus mayores, los que asolaron el mundo hace más de 70 años. La Democracia, la decencia, la dignidad del ser humano son signos de debilidad frente a la rocosa dureza de unas cabezas huecas de ideas rodeadas de un casco que no les permiten oír el dolor de sus víctimas. Y digo que no sé lo que tienen en la cabeza, porque en las venas sólo debe circular horchata; ¿cómo se puede elogiar y admirar a unos carniceros que superaron con creces cualquier otro episodio de la maldad humana a lo largo de la Historia? Los comandos móviles que masacraban poblaciones enteras en gigantescas fosas comunes, los campos de exterminio donde la vida o la muerte dependen del capricho de un psicópata asesino con una calavera en la gorra, y en todo caso el hambre y las enfermedades remataban la tarea. Me niego a seguir poniendo ejemplos, es tan obvia la maldad intrínseca del nazismo (y su primo hermano, el fascismo), verificada por tan dolorosas experiencias históricas, que esta gente no cabe en Democracia, son la antítesis de la misma.

 

No se trata de condenar ideologías; saben los lectores que yo defiendo la mía con el mismo vigor con el que lucharía para que cualquiera pueda tener la suya. Ser de derechas, de izquierdas, conservador, comunista, socialista, liberal…es una legítima opción al amparo del pluralismo político consagrado en el artículo 1 de la Constitución, sobre la base del respeto por todos de la democracia y los derechos fundamentales. El nazismo y el fascismo asientan su opción vital sobre la erradicación de esos valores y llegado el caso, la eliminación física de todos los que no piensen como ellos. Esa es la gran diferencia entre ellos y nosotros, y en ese “nosotros” estaré codo a codo con quien esté a años luz de mi visión del mundo, pero que seguro que acabaría conmigo ante un pelotón de fusilamiento si esta escoria llegara al poder. Y para que  no quepa duda alguna, si a lo largo de la historia algunos criminales han utilizado también el terror, arrasando a sangre y fuego la vida humana, son de la misma calaña y merecen el mismo desprecio que los nazis, aunque se pusieran una estrella roja en sus gorros. Si existe infierno, seguro que a Stalin lo han puesto en la misma suite que a Hitler, Mussolini o a Franco.

 

Tolerancia cero con estos indeseables; en España los grupos neonazis han protagonizados demasiados hechos delictivos para que no se pueda establecer una directa relación entre el delincuente que mata o lesiona y sus inspiradores y protectores políticos. Ya hay en España muertos, heridos, asaltos, agresiones, amenazas, delitos todos preñados del odio de la esvástica nazi. Con todas las garantías procesales (las mismas que ellos mandarían a la basura), si se logra acumular pruebas en ese sentido, no hay que dudar a la hora de actuar contra la cúpula de la extrema derecha española, al igual que en Grecia se ha hecho con el  partido nazi Amanecer Dorado. Quizás aún se podría evitar que algún joven pasara de las consignas simplistas al barro del delito y el odio que le marcará toda su vida.

 

“El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.”; esto decía el humilde y digno barbero en el mencionado discurso. De todos y todas depende que la humanidad vuelva a pasar por algo tan vil y asesino como el nazismo. Las crisis económicas son caldo de cultivo para estos fanáticos, por lo que recordando de nuevo al genial Charlot, “luchemos por un mundo nuevo, digno y noble”

 

 

 

 

 

viernes, 11 de octubre de 2013



 
HAMBRE SIN FRONTERAS

 

Mi columna en SUR del pasado lunes
 
La pobreza no se puede esconder debajo de la alfombra.

 

Se llamaba Piertr Piskozub, un ciudadano polaco que vivía en las calles de Sevilla; terminó su corta trayectoria en este mundo en un albergue municipal, tumbado en un sofá, parecía dormido, pero su cuerpo no daba más de sí. No se conoce las causas directas de su muerte, y un Juzgado las está investigando, pero el joven presentaba síntomas de deshidratación y desnutrición. Estos son los hechos objetivos, que hay que valorar con toda la sensibilidad y prudencia de este mundo, la primera para que no vuelva a ocurrir y la segunda para evitar disparar al aire antes de contar con más datos sobre este caso extremo de exclusión social. Para decirlo con más claridad, quiero creer que nadie en su sano juicio ha omitido prestaciones sanitarias o sociales básicas que pudieran evitar la muerte directa del joven Piertr. No participaré en ninguna caza de médicos ni trabajadores sociales, y confío en que la investigación judicial lo aclare todo.

 

Pero algo ha fallado. Los dispositivos públicos que tendrían que evitar que un ser humano caiga en situaciones tan sangrantes de pobreza,  no son suficientes para evitar que en nuestras calles el hambre sea una realidad cotidiana para muchas miles de personas, niños incluidos. El hambre, pasado un umbral, provoca la muerte, pero también mata la autoestima y la dignidad de muchos padres que no saben ya lo que hacer para que sus hijos puedan comer tres veces al día. Por eso no se puede entender que un alto dirigente del partido del Gobierno culpe a los padres de la desnutrición de sus hijos, y clama al cielo que un periodista que trabaja en la cadena de la conferencia episcopal se tome a guasa la medida de las autoridades andaluzas que pretende garantizar  comidas a los niños en los comedores escolares. No se puede deformar la realidad, ni España es una novela de Dickens, con niños harapientos y explotados poblando las calles, pero hay centenares de miles de hogares donde hay hambre y pobreza, y como señala José Esquinas, ingeniero agrónomo que ha trabajado 30 años en la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación),"España está viviendo un retroceso brutal en términos de hambre y sobre todo en malnutrición infantil", recordando que alrededor de nosotros los índices de malnutrición señalan que uno de cada cuatro niños no recibe una alimentación adecuada, según el último informe de Unicef.

 

Tiramos una parte importante de la comida que se compra a la basura, y según la FAO se produce alimentos como para alimentar hasta a un 70% más de la población mundial actual. Unos 842 millones de personas, cerca de uno de cada ocho habitantes del planeta, padecieron hambre crónico en 2011-13, según la misma agencia internacional. Para que se nos caiga la cara de vergüenza, por la parte que nos toca, y por mantener un sistema socioeconómico tan inmoral e inhumano. Para que de una vez se les caiga el chiringuito a los desalmados que ponen por encima sus intereses económicos frente al sufrimiento de tantas personas. Lo del mundo se arreglará con menos gastos militares, más cooperación internacional y ante todo con una estructura económica internacional radicalmente distinta a la que da lugar a esta desigual distribución de la riqueza en nuestro planeta.

 

En España, que logremos erradicar el hambre (que no es otra cosa que la expresión más dramática de la pobreza y la exclusión social), dependerá de que sepamos mantener los sistemas de protección social (sanidad, educación, seguridad social y servicios sociales) con suficientes recursos humanos y materiales para asegurar una vida digna a los ciudadanos, no hay otra alternativa, amigos y amigas. La solidaridad personal, familiar, las asociativas, las de la Iglesia Católica y demás Confesiones son de vital importancia, pero no pueden ni deben sustituir la obligación de los poderes públicos de remover los obstáculos para la igualdad sea real y efectiva entre todas las personas. La bondad y la voluntad de ayudar nos dignifica como personas, pero es la justicia social el instrumento de la colectividad  para garantizar que nadie se quede en la cuneta porque en su casa el paro en entrado para no salir. Con lo que está cayendo, hay gente que sigue  creyendo en la mano invisible del mercado y que repudian cualquier intervención pública en el mismo; allá ellos, pero la pobreza no se puede esconder debajo de la alfombra.

 

 

 

 

domingo, 29 de septiembre de 2013



MIS TRES ÚLTIMAS COLUMNAS EN SUR
 
 
 
SE LLAMA JAVIER

 

En la dependencia hay nombres, rostros y miles de historias con toneladas de ternura y sacrificio

 

Se llama Javier, pero ustedes pueden añadir  los nombres que seguro que conocen por un vecino, compañero de trabajo, conocido o familiar. En todos los casos se produce la reunión de sentimientos y emociones más singular que conozco, ya que con altibajos, se prolonga en el tiempo (a veces toda una vida) y ponen al mismo nivel el amor al ser querido, la rabia e impotencia ante lo irreversible y la capacidad de sacrificio más extrema. No hablo de heroicidades que aparecen en los medios de comunicación, no tendrán monumentos ni calles dedicadas, pero son miles de personas que todos los días, a todas horas, sin fiestas ni sábados ni domingos, batallan con las secuelas de un asalto cruel a la memoria por el Alzheimer, con una persona que quiere vivir en un cuerpo que no se mueve por culpa de un accidente o una enfermedad, o simplemente que no dan más de sí por los muchos años acumulados.

 

La dependencia, queridos lectores, es muy sufrida, casi siempre callada, pero si queremos construir una sociedad decente, esta dura realidad no puede ser olvidada. Los dependientes y los cuidadores deben formar parte de las agendas públicas porque cada vez habrá más personas que con carácter permanente (por edad, enfermedad o discapacidad) perderán su autonomía y necesitarán la atención de los cuidadores. Hace poco, en esta misma columna, escribía sobre la austeridad, que en mi opinión implica gastar en la cuantía y en los conceptos que son necesarios para llevar una vida digna. Si los recursos son escasos, como siempre pasa, la austeridad exige marcar prioridades en el gasto público, y no me cabe duda que dedicar recursos a que los cuidadores puedan ayudar a los dependientes a desarrollar sus actividades básicas de la vida diaria, es el dinero mejor gastado de este mundo, junto al dedicado a la sanidad, educación, o a la lucha contra el paro y la pobreza. Los defraudadores, los corruptos que saquean los dineros públicos o los derrochadores que los dilapidan por caprichos de un ego desmedido que todos pagamos, los inmensamente ricos que son incapaces de deletrear las palabras fraternidad y justicia, los especuladores que ponen de rodilla a los gobiernos para que recorten gasto social y así financiar sus chantajes con la deuda; en fin, toda esta cuadrilla de inmorales son los culpables; de ahí hay que sacar los recursos junto con el fomento de la actividad económica, y no recortando a los que no han creado a crisis, sino que la sufren.

 

Como dije al principio, tienen nombre, tiene rostro. Les cuento el que mejor conozco porque es mi sobrino y es autista, Javier, el niño (con sus 22 años) más cariñoso del mundo aunque vaya a su bola cuando quiere o sea capaz de repetir algo con una constancia agotadora. Mi hermano, mi cuñada, y el hermano de Javier lo han pasado mal y seguro que les quedarán muchos sinsabores, pero no han renunciado jamás a captar una sonrisa de este grandullón desde que era un bebé. El autismo no ayuda, aísla, lo pone difícil, muy difícil, pero las familias se han conjurado para que estos niños y jóvenes tengan derecho a ser felices en su mundo más o menos limitado. Lo mismo que los padres que quieren que su hijo en silla de ruedas puedan contar con algún momento de felicidad, o las hijas (casi siempre son mujeres) que se desviven para que a sus mayores la vejez no se convierta en sinónimo de pesadilla y soledad. Y podíamos seguir con miles de ejemplos, con miles de historias, con toneladas de ternura y sacrificio.

 

Mi reconocimiento a los dependientes que sufren (conscientemente o en su mundo), a sus familias y cuidadores, a las asociaciones que han formado. Todos luchan por sus seres queridos sin autonomía personal y se dedican en cuerpo y alma a su cuidado para que ellos, dentro de las limitaciones, también puedan disfrutar de la vida. Mi admiración  a esos padres que viven con modestia y ahorran para preparar (cuando ellos falten) las mejores condiciones para que Javier (o Pepe, Manolo o María) sigan viviendo rodeados del cariño, el mismo que ellos aportan a los que los quieren. Aunque a veces el ciclo se altera, y me van a  permitir por eso un emocionado abrazo a unos queridos amigos de Alicante, que hace poco han sufrido la pérdida anticipada e inesperada de su niño grande, Dios lo tenga en su gloria.

 
ESPAÑA NO ES EL PROBLEMA

 

Es la Nación española la titular de la soberanía nacional, y el único cuerpo político capacitado para decidir, modificación la Constitución, una eventual independencia de Cataluña.

 

Son miles de personas las que en varias ocasiones han llenado las calles para protestar por la política de recortes del gobierno del PP, y yo, que he participado en muchas de ellas y alguna experiencia tengo en manifestaciones, les aseguro que hacía tiempo que no asistía a movilizaciones de tal calado; esto debería hacer reflexionar a los que nos gobiernan y llevan a la ruina actuando al dictado de especuladores sin rostro ni patria, frente a los que hay que poner en valor la soberanía nacional, que recordemos, reside en el pueblo español, no en el andaluz, catalán o vasco.

 

Considero que es una maniobra de distracción la que protagoniza otro gobierno de derechas, el encabezado por Artur Mas en Cataluña, que ha impulsado el pasado 11 de septiembre, con gran éxito, una cadena humana de miles de ciudadanos en las calles para pedir que Cataluña se separe de España y así “solucionar sus problemas”, cuando sus problemas son los mismos que los de los demás españoles, y los causantes son los que están desmantelando el Estado Social de Derecho a golpe de decretos-leyes, da igual que se llamen Mariano Rajoy o Artur Mas. Sin embargo, leyendo y escuchando declaraciones de algunos de los asistentes, me entra la duda de si las centenares de miles de personas que salieron a la calle son todos independentistas, o cabe integrar en ese amplio colectivo a posiciones más matizadas (federalistas). Llamativo también resulta el entusiasmo en el apoyo a esta cadena humana del actual Gobierno catalán, y más en concreto Artur Mas, presidente de la federación Convergència i Unió y de Convergència Democràtica de Catalunya y actual presidente de Cataluña, grupo político que hasta ahora había mantenido una calculada ambigüedad en esta materia, es más, ha defendido el Estatuto de Cataluña, que no es otra cosa que una Ley Orgánica del Estado Español del que ahora quieren separarse.

 

¿Porqué este giro soberanista ahora?  Estoy convencido que este impulso de la causa independentista no es espontáneo, y llama la atención el que esté encabezada por un gobierno nacionalista conservador que se ha caracterizado por iniciar su andadura en 2010 con la mayor política de recortes sociales que ha sufrido Cataluña, hasta el punto de que al gobierno del PP le ha servido de modelo en el acelerado (alocado diría yo) proceso de desmantelamiento del sistema de servicios públicos; y ahora resulta que de todos los males de Cataluña es culpable España y no la política de derechas pura y dura que ejecuta Mas y sus nacionalistas; parece que la jugada le ha salido bien, y una parte importante de la opinión pública catalana piensa así. Ojalá los catalanes mantengan la suficiente conciencia ciudadana para identificar a los causantes de tanto paro y crisis económica en sus verdaderos responsables, las oligarquías económicas (incluidas las catalanas), y no en el conjunto de los españoles, que sufrimos la crisis igual que ellos.

 

Dicho lo anterior, sería una hipótesis de laboratorio pensar que la independencia de Cataluña depende solo de los catalanes, ya que esto sería simplemente imposible en términos constitucionales; es la Nación española (es decir el pueblo español) la titular de la soberanía (art. 1 de la CE), y en consecuencia el único cuerpo político capacitado para decidir, a través de la correspondiente modificación de la Constitución, una eventual separación de Cataluña del Estado español, y la propia sentencia del Tribunal Constitucional respecto al Estatuto de Autonomía de Cataluña ha cerrado cualquier duda jurídica al negar la naturaleza de Nación a esta Comunidad Autónoma.

 

En cualquier caso, me distancio y repruebo cualquier intento de criminalización política de este movimiento de apoyo a la independencia de Cataluña, ya que se ampara en el pluralismo político que inspira nuestro Estado Social y Democrático de Derecho y constituye  legítimo ejercicio de la libertad ideológica (art. 16 CE), libertad de expresión (art. 20 CE) y de manifestación (art. 21 CE). Por el bien de un proyecto en el que creo, la España unida en el modelo federal y solidario, quiero que este movimiento independentista no tenga ningún éxito, pero en la misma proporción espero por nuestra España democrática, que las amenazas y brabuconadas de sectores de ultraderecha se queden en mero testimonio de la España negra que entre toda la gente de bien hemos desterrado a la historia.   

 
LA AUSTERIDAD

 

La austeridad no debe ser un valor de la crisis, debe inspirar la gestión pública en todo momento

 

Son tiempos de crisis, y entre otras cosas ésta incorpora al lenguaje cotidiano, y en especial a la jerga institucional, la utilización masiva de frases y términos que aparecen como talismán para situar a quien las utiliza como alguien apegado al terreno; así no se les cae de la boca a muchos representantes institucionales la manida afirmación de “en época de crisis hay que ser austeros”. Siempre que la escucho o leo reacciono de la misma manera, ¡no sólo en época de crisis, hay que ser austeros siempre, con crisis o con bonanza”. Esta máxima, que un servidor defiende con total convicción, se practica poco, y comprobamos como grandes excesos de otros momentos, o se mantienen en el presente o incluso, con gran cinismo, se utilizan como excusa para recortes a prestaciones sociales, decididos curiosamente por los mismos que antes malgastaron.

 

La austeridad significa que hay que gastar solo en la cuantía y en los conceptos que son necesarios para llevar una vida digna, y como a nivel personal o como nación, no siempre contamos con la garantía de unos recursos estables, todo el ahorro que acumulamos en los momentos de más ingresos nos sirve para atender esas necesidades básicas en los momentos de crisis. Por eso, la austeridad no puede ser un valor de la crisis, debe ser un principio estructural presente en el día a día, y en especial entre los que gestionan la cosa pública.

 

En lo individual, siempre he creído que las necesidades personales, (sea cual sea el contexto de cada uno) tienen un límite. Nunca defenderé que la solución pase por una generalización de la miseria; será lícito el nivel de vida derivado del trabajo honesto de cada cual. Sin embargo, considero inmoral los derroches que algunos mantienen, no para atender sus necesidades (que las tiene más que cubiertas) sino por un “exhibicionismo social” propio de los que han escondido su conciencia tan bien que ya no saben donde la tienen. Medir la calidad de vida en consumir millonadas  simplemente porque se lo pueden permitir,  abofetea la dignidad de muchas personas que podrían vivir mejor con esos recursos malgastados. Esos personajes no le dan “glamour”  ni bienestar a ninguna ciudad o colectividad, más al contrario lo que hacen es desprestigiar todo lo que tocan. Por otra parte no hay que ser ingenuos, las riquezas de personajes (que, en muchos casos, unen un escaso talento y laboriosidad a su profunda indecencia), no siempre tienen un origen lícito y se corre el riego de acoger y potenciar socialmente a una cuadrilla de delincuentes.

 

En el plano público, la austeridad debe ser un mandato jurídico que inspire toda la actuación administrativa. Abogo por su articulación legal, de tal modo que sea posible su control al igual que la estabilidad presupuestaria o la disponibilidad de crédito en el Presupuesto. Hoy en día, si se tiene consignación, se sigue el procedimiento y no se incurre en un delito o en una manifiesta ilegalidad, se puede gastar todo lo que se quiera y en lo que se quiera, y así nos encontramos aeropuertos sin aviones, sueldos inmorales, museos que son un pozo sin fondo, cargos manifiestamente innecesarios, viajes oficiales donde se apunta hasta el último mono, lujosas ediciones que nadie lee y se acumulan en los almacenes, excesos en el protocolo que no responden a la necesaria hospitalidad y dignidad del cargo, …; son gastos formalmente legales pero que no respetan la necesaria austeridad. Esos recursos malgastados son los que después faltan para políticas sociales, aquellas que deberían convertirse en derechos irreversibles, sanidad, educación o seguridad social. Paradójicamente, PP y PSOE cambiaron la Constitución para consagrar la “estabilidad presupuestaria” (que, entre otras cosas, pone límites a los gastos sociales).

 

Hay que convertir en operativo el artículo 31.2. de la Constitución, que dice: “El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía”; se trata de que los controles internos (jurídicos y económicos) y el judicial puedan evitar derroches que superen con creces las necesidades objetivas y legítimamente definidas en los programas políticos de los que gobiernan. No se trata, ni mucho menos, de sustituir las prioridades en el gasto que deben definir los elegidos (directa o indirectamente) por el Pueblo, pero si evitar los gastos que no resistan un elemental contraste con la equidad. En síntesis, planteo la necesidad de reformas para que no pueda ser legal un gasto caprichoso e insostenible mientras millones de ciudadanos no tienen cubiertas sus necesidades básicas.

miércoles, 11 de septiembre de 2013



¿SON LOS DERECHOS HUMANOS?

 Mi columna de SUR de la semana pasada.

Que la ONU haga su trabajo y se defiendan todos los derechos humanos, pero dejando siempre una oportunidad a la Paz.

Llevamos varios días pendientes de los gestos y declaraciones de Obama respecto a la anunciada intervención militar de EEUU en Siria, donde la brutalidad del gobierno y de los rebeldes está provocando crímenes horrendos en la población civil. ¿Puede hacerlo? En Derecho Internacional la Carta de Naciones Unidas es clara al señalar que “Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado” (art. 2.4); por tanto está  prohibido el uso de la fuerza salvo en ejercicio del “derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones” (art.51) o cuando esté en juego 1a paz y la seguridad internacional y siempre previa autorización del Consejo de Seguridad (art.42). La intervención militar para defender los derecho humanos en un Estado en el que sus autoridades los viole, es una posibilidad cuyo debate se acentúa con los genocidios en Ruanda y la antigua Yugoslavia; la respuesta se articula en la llamada doctrina de la “responsabilidad de proteger”, recogida en el punto 139 del documento final de la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno reunidos en Naciones Unidas en  septiembre de 2005 (y asumido por la Asamblea General en octubre), según la cual “estamos dispuestos a adoptar medidas colectivas, de manera oportuna y decisiva, por medio del Consejo de Seguridad, de conformidad con la Carta, incluido su Capítulo VII, en cada caso concreto y en colaboración con las organizaciones regionales pertinentes cuando proceda, si los medios pacíficos resultan inadecuados y es evidente que las autoridades nacionales no protegen a su población del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad”. Un ejemplo en la aplicación de esta doctrina lo encontramos en los bombardeos de 2011 contra las instalaciones gubernamentales en Libia, amparados en la resolución del Consejo de Seguridad 1973, de marzo de 2011.  Por tanto, las naciones han formulado una base para la intervención militar contra las atrocidades, acotando los casos y los requisitos, y reafirmado la necesaria autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. El que EEUU sea la nación más poderosa no le autoriza a convertir la voluntad de su presidente en patente de corso para atacar a otra nación al margen de la legalidad internacional. EEUU no cuenta con el respaldo del Derecho Internacional para su anunciada intervención ya que no existe autorización del Consejo de Seguridad. ¿Qué le mueve entonces a iniciar esta guerra?, ¿la defensa de los derechos humanos?. Me da la impresión de que son otros intereses, geoestratégicos y económicos los que fundamentan esta intervención, ya que un mero repaso a la sistemática violación de los derechos en algunos Estados aliados de EEUU nos demuestra que el Tío Sam no mueve los tanques para evitar masacres, es más , en ocasiones lo hace para apoyar a dictaduras atroces.

Jamás defenderé al presidente sirio Al Assad, como tampoco lo hice con Sadam, Gadafi, ni otros tiranos y criminales de similar calaña, por cierto, no peor que la familia real de Arabia Saudí, tan sensible ante los crímenes en Siria, cuando mantiene un régimen teocrático y viola los derechos humanos sin rubor en su territorio. Pero la anunciada intervención, como creo que ha quedado demostrado, será otra versión del pateo al Derecho Internacional al que siempre han sido tan aficionados los sucesivos gobiernos de EEUU. ¿Quién ha cometido la masacre con armas químicas?; no sé si el régimen sirio sería capaz, pero demostraría ser tonto, aparte de asesino, pues le habría dado la excusa perfecta a Obama y aliados para justificar la guerra. La ONU envía inspectores a la zona, pero los servicios secretos de EEUU (que son más listos, ya se sabe) dicen que no hace falta esperar a lo que digan los inspectores, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, afirma que según la información de inteligencia “no fueron los rebeldes y que el Gobierno sirio fue el responsable". ¿Se acuerdan de las armas de destrucción masiva en Irak?, hasta fotos sacaron en la ONU, después se demostró que eran mentira, pero los muertos, muertos quedaron.

No soy partidario de mirar a otro lado ante los crímenes que algunos gobiernos perpetran contra sus pueblos, pero el uso de la fuerza por los Estados se debe ajustar a la legalidad para evitar a los matones internacionales.  Que la ONU haga su trabajo, que se defiendan todos los derechos humanos sin distinción, pero sin hacerlo depender de los intereses económicos y geoestratégicos de las grandes potencias y dejando siempre una oportunidad a la Paz.



 
LA AUSTERIDAD
Mi columna del lunes del SUR.
 
La austeridad no debe ser un valor de la crisis, debe inspirar la gestión pública en todo momento
Son tiempos de crisis, y entre otras cosas ésta incorpora al lenguaje cotidiano, y en especial a la jerga institucional, la utilización masiva de frases y términos que aparecen como talismán para situar a quien las utiliza como alguien apegado al terreno; así no se les cae de la boca a muchos representantes institucionales la manida afirmación de “en época de crisis hay que ser austeros”. Siempre que la escucho o leo reacciono de la misma manera, ¡no sólo en época de crisis, hay que ser austeros siempre, con crisis o con bonanza”. Esta máxima, que un servidor defiende con total convicción, se practica poco, y comprobamos como grandes excesos de otros momentos, o se mantienen en el presente o incluso, con gran cinismo, se utilizan como excusa para recortes a prestaciones sociales, decididos curiosamente por los mismos que antes malgastaron.
La austeridad significa que hay que gastar solo en la cuantía y en los conceptos que son necesarios para llevar una vida digna, y como a nivel personal o como nación, no siempre contamos con la garantía de unos recursos estables, todo el ahorro que acumulamos en los momentos de más ingresos nos sirve para atender esas necesidades básicas en los momentos de crisis. Por eso, la austeridad no puede ser un valor de la crisis, debe ser un principio estructural presente en el día a día, y en especial entre los que gestionan la cosa pública.
En lo individual, siempre he creído que las necesidades personales, (sea cual sea el contexto de cada uno) tienen un límite. Nunca defenderé que la solución pase por una generalización de la miseria; será lícito el nivel de vida derivado del trabajo honesto de cada cual. Sin embargo, considero inmoral los derroches que algunos mantienen, no para atender sus necesidades (que las tiene más que cubiertas) sino por un “exhibicionismo social” propio de los que han escondido su conciencia tan bien que ya no saben donde la tienen. Medir la calidad de vida en consumir millonadas  simplemente porque se lo pueden permitir,  abofetea la dignidad de muchas personas que podrían vivir mejor con esos recursos malgastados. Esos personajes no le dan “glamour”  ni bienestar a ninguna ciudad o colectividad, más al contrario lo que hacen es desprestigiar todo lo que tocan. Por otra parte no hay que ser ingenuos, las riquezas de personajes (que, en muchos casos, unen un escaso talento y laboriosidad a su profunda indecencia), no siempre tienen un origen lícito y se corre el riego de acoger y potenciar socialmente a una cuadrilla de delincuentes.
En el plano público, la austeridad debe ser un mandato jurídico que inspire toda la actuación administrativa. Abogo por su articulación legal, de tal modo que sea posible su control al igual que la estabilidad presupuestaria o la disponibilidad de crédito en el Presupuesto. Hoy en día, si se tiene consignación, se sigue el procedimiento y no se incurre en un delito o en una manifiesta ilegalidad, se puede gastar todo lo que se quiera y en lo que se quiera, y así nos encontramos aeropuertos sin aviones, sueldos inmorales, museos que son un pozo sin fondo, cargos manifiestamente innecesarios, viajes oficiales donde se apunta hasta el último mono, lujosas ediciones que nadie lee y se acumulan en los almacenes, excesos en el protocolo que no responden a la necesaria hospitalidad y dignidad del cargo, …; son gastos formalmente legales pero que no respetan la necesaria austeridad. Esos recursos malgastados son los que después faltan para políticas sociales, aquellas que deberían convertirse en derechos irreversibles, sanidad, educación o seguridad social. Paradójicamente, PP y PSOE cambiaron la Constitución para consagrar la “estabilidad presupuestaria” (que, entre otras cosas, pone límites a los gastos sociales).
Hay que convertir en operativo el artículo 31.2. de la Constitución, que dice: “El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía”; se trata de que los controles internos (jurídicos y económicos) y el judicial puedan evitar derroches que superen con creces las necesidades objetivas y legítimamente definidas en los programas políticos de los que gobiernan. No se trata, ni mucho menos, de sustituir las prioridades en el gasto que deben definir los elegidos (directa o indirectamente) por el Pueblo, pero si evitar los gastos que no resistan un elemental contraste con la equidad. En síntesis, planteo la necesidad de reformas para que no pueda ser legal un gasto caprichoso e insostenible mientras millones de ciudadanos no tienen cubiertas sus necesidades básicas.

miércoles, 28 de agosto de 2013




DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS (CORTITA, DE VERDAD)

Ayer publiqué la primera “nota de trabajo”; me salió muy larga y cansina. Quiero hacer una declaración de principios y hacer propósito de enmienda; me gustaría contar con algún alma cándida que lea mis “notas”, por lo que la enmienda viene en el sentido de aligerar la extensión de las mismas (esta y las que vengan serán más cortas) y ampliar el abanico de materias, comenzando la exposición por las parcelas del saber que puedan tener una mayor amplitud de interesados (vamos, casi todas antes que el Derecho, vamos a reconocerlo) y terminándola con mis cosas de leguleyos. Procuraré anotar (de ahí viene el nombre) dejando la extensión y detalle para otras publicaciones.
Dicho lo anterior, con más o menos lectores, quisiera tener alguno a quien le pueda servir estos modestos escritos, pues han sido y serán redactados con la idea de aprovechar mi experiencia (más por la cantidad que por la calidad) de más de 40 años como lector (mis inolvidables Tebeos y Mortadelo y Filemón fueron los principales alicientes para aprender a leer, y no el “Mio Cid”, vamos a reconocerlo), en lo que aprender no sé si habré aprendido mucho, pero leer, releer, acertar, equivocarme, escribir, tirar lo escrito, me ha servido para adquirir ciertos hábitos en el trabajo de estudiar y enseñar (aprendiendo al mismo tiempo) que seguro puede ayudar a alguien, aunque sea para no equivocarse con mis mismos fallos.
Estas crónicas son de muchas horas, muchísimas, de  mesa y tarima, libros, papeles, manuscritos, bendito ordenador personal (gloria eterna a quien los inventó), lecturas tontas y prescindibles, otras esenciales,  y la sincera conciencia de lo mucho que queda por leer y lo cortita que es la vida para dejar algo que merezca ser leído. Y muchas clases, las recibidas de mis profesores, y las que he dado desde hace 26 años para desgracia de los que se han matriculado de mis asignaturas (bueno, los de asignaturas obligatorias no tenían más remedio si querían sacar la carrera, los pobres no podían escapar).
Los destinatarios iniciales de estas notas eran mis hijos, Pedro y Laura, ya estudiantes de Derecho (María, con 11 añitos, se resiste con habilidad alegando que es menor), y lo que quería era que sirviera de guía orientativa en los inicios de sus estudios universitarios. Como era público cautivo (en casa los pillaba, incluso con arresto domiciliario, al menos para darles la tabarra un ratito) y son mis hijos, angelitos, por no ofender a su anciano padre, no tengo muy claro si les sirve los discursitos que les doy; ellos dicen que sí, pero noto en sus rostros a la medida en que pasa los minutos una cara de desesperación y observo que miran las posibles salidas (puertas y ventanas) en caso de que mi matraca se extienda más de lo que todo buen hijo deba soportar (el cariño filial tiene sus límites). Trini, mi mujer, compañera de carrera (y por tanto sufridora desde tiempo inmemorial), la verdad es que disimula mejor que los niños el sueño que le entra con mis charlas de “método”. Los alumnos, como ha quedado dicho, llevan años escuchando estas “guías” de lectura. Pues bien, como el sadismo no tiene límites, ahora extiendo por la red estas notas.
Y como lo prometido es deuda, termino. En próximos días, meses, años, decenios, (lo de siglo me parece arriesgado) se irán consignando aquí, en mi blog, y en mi web. Espero que esta perorata ayude a que las próximas “notas de trabajo” no provoquen una huida masiva, sino ordenada.
Siempre habrá un ingenuo despistado que caiga en su lectura; si algo aprende de mis equivocaciones y aciertos me doy por satisfecho. Pero no quiero dejar de decir que de lo que más he aprendido es de la conversación con gente de todo tipo, desde grandes universitarios hasta modestos trabajadores; en todos encontré sabiduría y calidad humana.
Por si a alguien le sirve, nunca olvidaré a Antonio Segura, cuyo nombre de “guerra” en la clandestinidad  era “el tumbas”, veterano militante comunista en el franquismo. Este hombre era conductor de un motocarro y hacia “portes”; así se ganaba la vida, no tenía estudios, pero os puedo asegurar (yo estaba presente), que sin prepararlo y de un tirón, era capaz de hablar durante una hora de las relaciones económicas derivadas del descubrimiento de América, y en concreto en su influencia en las finanzas de la Corona española en conexión con los banqueros de Carlos V; ¡vamos!, como decimos en Málaga, un artista.

martes, 27 de agosto de 2013



NOTAS DE TRABAJO. 27-8-2013

Derecho.

1) Afortunadamente el BOE nos da una pequeña tregua en estos últimos días, después del veraniego Real Decreto-ley 11/2013, de 2 de agosto, para la protección de los trabajadores a tiempo parcial y otras medidas urgentes en el orden económico y social, que picotea nuestro ordenamiento, con la perniciosa técnica del Decreto Ley cajón de sastre; así, entre otras reformas, destaco:
-Modifica la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea, con el fin de ajustar la fórmula de cálculo del déficit y facilita, según el texto legal,  la recuperación del transporte aéreo y con ella la del sector turístico español
-Modifica la Ley 39/2003, de 17 de noviembre, del Sector Ferroviario para de establecer el procedimiento de  modificación y actualización de las cuantías de los cánones ferroviarios. Se contempla, tras el accidente de Santiago de Compostela y con el objeto de atender a las víctimas de accidentes, sus familiares y allegados, de una forma una atención integral, que el Gobierno aprobará un reglamento de asistencia a víctimas y familiares de accidentes de transporte ferroviario de competencia estatal
--Se modifica el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social en materia de protección social del trabajo a tiempo parcial, para tener en cuenta la doctrina del Tribunal Constitucional en su Sentencia 61/2013, de 14 de marzo por la que considera injustificada las diferencias de trato en cuanto al cómputo de los periodos de carencia que siguen experimentando los trabajadores a tiempo parcial respecto a los trabajadores a jornada
--Por si ya no estuviera bastante traqueteado, ¡nueva modificación del texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores!, artículo 40, modificación sustancial de condiciones de trabajo (artículo 41), procedimientos de suspensión de contratos o reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (artículo 47), despido colectivo (artículo 51.2) e inaplicación de condiciones de trabajo previstas en convenios colectivos (artículo 82.3). Os adelanto que ninguna de estas reformas están dirigidas a facilitarles las cosas a los trabajadores, no toca en los últimos tiempos el principio pro operario.
El texto legal tiene envergadura para un comentario monográfico, y a ello me pongo en estos días, y espero tenerlo para su publicación en esta web.

2) En Derecho administrativo, continua la tormentosa tramitación del Proyecto de Ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, “Ley de transparencia”, que en su texto no aporta gran cosa a la regulación actual de la Ley30/1992, y que se ha visto afectada por la hostilidad de los grupos de la oposición en las Cortes Generales por la actitud del PP en el caso Bárcenas; hace poco impartí una conferencia organizada por el Archivo Provincial de Málaga sobre el régimen de los archivos y su acceso en el citado anteproyecto; como ya he dicho, nada nuevo bajo el sol, es más, creo que la regulación que pueda incorporar el citado proyecto será regresivo respecto a la ahora vigente.
La anunciada reforma del régimen local mediante el Anteproyecto de Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración local ya ha sido aprobado por el consejo de ministros, pero aún no se ha publicado en el boletín  del congreso de los diputados; he manejado varias versiones, pero mi consejo es que no le metáis mano hasta que no tengamos el texto oficial en las Cortes. Tengo avanzado un estudio en base a los diversos anteproyectos pero no quiero publicarlo hasta no contar con el texto final del proyecto; espero que no sufra muchas modificaciones. Respecto a la valoración jurídica y política de la reforma, por su calado y el debate político que ha suscitado, me remito al estudio anunciado, aunque os adelanto que en mi modesta opinión, de mantenerse el texto (al menos el conocido) hay serios indicios de choche con la Constitución y la autonomía local que ella consagra. Para septiembre y octubre impartiré sendas conferencias sobre esta materia en la Universidad Internacional de Andalucía y otra organizada por la Consejería de Cultura.
Otras reformas en fase de anteproyecto o de proyecto de Ley afecta a la Ley de circulación vial, Unidad de Mercado, Seguridad privada, Educación (reforma Wert), legislación eléctrica, contencioso-administrativo, Telecomunicaciones, ..; en fin, hay tajo para los juristas, pues son todos sectores de especial incidencia para la vida de los ciudadanos. Al menos a nivel de edición crítica, y si me es posible como notas de introducción, espero poder publicar estudios sobre estas reformas.

3) En materia procesal hay que agarrarse que viene curvas; Gallardón nombró sendas comisiones técnicas para la elaboración de un texto de una nueva Ley orgánica del Poder Judicial  y de un nuevo Código Procesal Penal (para sustituir a la centenaria Ley de Enjuiciamiento Criminal); y ambos textos están terminados y publicados en la web del Ministerio; así que a estudiarlos, no cabe otra, pues en un año pueden ser derecho vigente, y todo jurista que se precie debe manejarse con textos de este calibre. Justicia Gratuita, la famosa Ley de Tasas (sigo considerando que es inconstitucional a pesar de su reciente reforma) y reforma de la LEC en cuanto a los procuradores, son todas materias sobre las que se esperan novedades

4) En Penal otra reforma anunciada pero sin avanzar, es la un cambio sustantivo del Código Penal; al menos por ahora el ministro no ha conseguido el consenso de las asociaciones de jueces, por lo que no cabe desacatar que se retrase o que cambie o incluso se abandone.

5) En Derecho Mercantil, la comisión general de codificación ha parido un texto en fase de borrador, que si sigue adelante y se convierte en Ley, puede constituir la reforma integral de nuestro ordenamiento mercantil, ya que sustituiría al actual Código de Comercio y a la mayor parte de la normativa mercantil especial. Estoy hablando de la Propuesta de Código Mercantil elaborada por la Sección de Derecho Mercantil de la Comisión General de Codificación. No es necesario destacar que si este texto se convierte en Ley, las numerosas novedades (en otros casos se codifica el derecho vigente) tendrán impacto directo sobre todo el ordenamiento; hablamos de la empresa y su complejo régimen jurídico. Ando leyendo el borrador de marras para adelantar trabajo.
La otra rama del derecho privado, el civil, siempre hay que tenerla en cuenta porque no deja de ser el derecho privado general y base de muchas instituciones. Desde 1982, en mi primer año de derecho, hasta la presente no he dejado de “peinar” el puñetero Código Civil y las normas civiles especiales; casi siempre hay que citarlo para cualquier estudio jurídico y tiene consolidado una base de jurisprudencia muy importante.

6) En cuanto al laboral o al tributario, lo frecuente de sus reformas convierte a éstas en regla, por lo que he puesto al día este verano los textos legales, en especial en laboral, para mis alumnos de Derecho Administrativo del Trabajo y Derecho de la Prevención de Riesgos Laborales.

7) Siempre he mantenido la importancia de las llamadas disciplinas introductorias para las juristas (Historia del Derecho, Derecho Romano o Filosofía del Derecho), y no he cambiado de opinión. Estamos a unos días del comienzo del curso, y mi consejo a los futuros estudiantes de Derecho (y a sus padres y amigos si quieren orientarles) es que se tomen muy en serio estas materias, ya que el buen jurista es el que se sabe cuadrar la norma de derecho positivo con sus antecedentes y con el contexto social, aparte de que siguen siendo criterios de interpretación de acuerdo con el Código Civil. No dejo de aprender de los textos pretéritos y  siempre, en el estudio del derecho vigente, procuro tener en cuenta esos aspectos históricos y los fundamentos de teoría general del derecho.

8) Con la Constitución y el derecho constitucional en general, nunca puede uno bajar la guardia, son la base del Estado de Derecho. Llevo bastante tiempo trabajando en unas notas al articulado de la Constitución, exponiendo dentro de cada precepto la vertiente normativa, jurisprudencial y la doctrinal, para intentar ofrecer, a nivel introductorio, una visión completa de nuestra norma fundamental. Espero terminarlo en este curso.

9) Ya me viene largo el derecho interno (hay que tener en cuenta que junto al Estado, 17 CCAA están produciendo derecho autonómico, que en muchos casos es de directa aplicación, por no hablar de las ordenanzas de las entidades locales), pero el Internacional y el Comunitario están ahí, recordando que vivimos en un mundo complejo. Cualquier estudio jurídico no puede prescindir de esta vertiente internacional, a lo que cabe añadir, para rematar, que el derecho comparado de otros Estados no se puede desdeñar, aunque sin pretender estudiar un derecho foráneo a un nivel que no sea el primario, salvo para consumados especialistas.

En fin, esto es lo que llevo haciendo, mejor o peor, desde que pise por primera vez la Facultad de Derecho y sin parar, pues para enseñar, hay que aprender primero. Para estar al día, como habéis comprobado, hay que echarle muchas horas, pero no creo que más que cualquier otra profesión. Hay que ser sistemático, constante, y sin entender el derecho como compartimentos estancos; no se puede saber “bien” una rama del derecho si no se tiene una aceptable visión del ordenamiento en su conjunto.
Enseñar Derecho es mi profesión, y cada curso que se inicia tengo el reto de que mis alumnos asuman la importancia de su futura profesión.
A los que se inicien en esta dura tarea de ser jurista, permítanme que les traslade el mismo consejo que le día a mi hija Laura, que este curso se matricula en primero de Derecho:
“Tienes Laura toda la vida por delante, cuando te matricules para estudiar las leyes que ordena la convivencia, conocerás las miserias y las grandezas de los seres humanos, y como el Derecho es un instrumento que sirve para una cosa y la otra; dentro de tu libertad para organizar tu vida, elige siempre las grandezas, la bondad, la fraternidad, y eso querida hija, solo tiene una trinchera, la de la JUSTICIA; habrá muchos mercenarios para defender a los desalmados y los inmorales que usan a sus semejantes como un pañuelo de usar y tirar”

Estas “notas de trabajo”

Pues la verdad, no sé si os servirán la lectura de ésta y de las que vienen; no dejan de ser, al margen de mi actividad política,  una crónica de mis lecturas, escritos, reflexiones y docencia, que hasta ahora quedaba en el reducido ámbito de mi memoria y de los pocos que tuvieran a bien leerme y escucharme en mis clases o conferencias. No tengo ni idea de si os puede servir o interesar, pero con ese objetivo se ha escrito ésta y las que vienen, y no el de torturar a los amigos/as, a los que por estima dispenso de cualquier compromiso de lectura. Si os sirve, bien, y si no, a otra cosa. Y tan amigos.

Posdata

Quiero hacer constar que las notas de trabajo que seguirán, serán más breves, y espero menos mamotreto; en ésta tenía que explicar de qué iba la cosa, y se me ha pasado el teclado.
Por otra parte, no todo será Derecho; soy profesor de la materia, y es normal que dedique bastante tiempo a la matraca jurídica, pero palabrita que leo (e incluso escribo) sobre otras cosas más interesantes (Literatura, Historia, Filosofía, Economía, Sociología, arte, …); no digo que entienda mucho, pero procuro estar al día en lo que puedo y os reseñaré por donde van mis lecturas. El conocimiento nos hará libre.

 Buenas noches