miércoles, 1 de mayo de 2013

6,2 MILLONES DE PRIORIDADES", mi columna  en SUR,29-3-2013

6,2 MILLONES DE PRIORIDADES

Es inmoral que por primera vez en la historia una generación tenga condiciones sociales mucho peores que sus padres.

“Ánimo, a seguir estudiando, que seguro que termina bien el curso”, o “el curso que viene le irá mejor”, “lea usted este libro”. En mi ya larga carrera docente en la Universidad, he repetido cente...nares de veces éstas y otras frases similares a muchos alumnos con el objetivo de incentivar su rendimiento académico y la necesaria curiosidad intelectual propia del universitario; una veces han sido más receptivo y otras han pasado de mis consejos, pero salvo contadas ocasiones, todo dependía del alumno, de su capacidad de sacrificio. En especial, en estos tres últimos cursos, un latigazo ha recorrido mi columna vertebral cuando ante mis apelaciones, muchos, demasiados estudiantes, me contestan que no saben si habrá año que viene, que en sus casas lo están pasando canutas, que no entra un euro, y que no llega ni para la matrícula ni están para muchas lecturas porque la depresión general del país se ha cebado en sus familias. Este panorama de desesperación campa por sus respetos en millones de hogares, donde cualquier conversación tiene adherida una coletilla, “tu padre lleva parado mucho tiempo”, “a tu madre la han echado del trabajo”, “nos quitan la casa”. Algo estamos haciendo mal para que los mejores años de la vida de nuestros jóvenes sean, en el mejor de los casos, un mal recuerdo en el futuro. Es inmoral que con nuestras acciones y omisiones provoquemos que por primera vez en la historia una generación tenga condiciones sociales mucho peores que sus padres. Hace unos días, un periodista de una radio confesional, haciendo gala de poca caridad cristiana, ironizó sobre la decisión política de garantizar tres comidas a los niños de Andalucía, y vino a decir, que después vendrá una bicicleta. Confío en que se haya arrepentido de este desprecio por el sufrimiento de miles de personas, y sí, del hambre de quienes hacen filigranas para que en su casa, al menos sus hijos puedan comer tres veces al día.
Los datos sobre desempleo del último trimestre han cuantificado este sombrío escenario económico, más de 6,2 millones de parados en España. El Ejecutivo del PP admite que se destruirán más de 1,3 millones de empleos a lo largo de toda la legislatura y que acabará con más paro del que había cuando llegó al poder.
¡Cuando se dará cuenta Rajoy y sus ministros de que éste no es el camino! Políticamente estoy en las antípodas de este Gobierno de derechas, pero no quería que fracasara, la prioridad era y es, sacar a España de esta brutal crisis económica, y como siempre he creído que el sentido común no es monopolio de nadie, esperaba que abandonaran pronto su retórica neoliberal de mercado a tope y lo público a su más mínima expresión; por desgracia se obstinan en recetas donde los únicos beneficiados son esos delincuentes eufemísticamente llamados “inversores internacionales”, chantajistas que ponen de rodillas a gobiernos cobardes y que humillan a sus pueblos condenándolos a la pobreza y a convertirse en mano de obra barata para los que siempre flotan. Y ahora un ejército de más de 6,2 millones de parados, dispuestos a trabajar por lo que digan y en las condiciones que les impongan. No es razonable seguir poniendo a prueba la paciencia de millones de personas desesperadas. No me creo en la posesión de la verdad, ¡dichosos los que tienen todo tan claro y que dedican tan poco tiempo a leer--supongo que les dará dolor de cabeza-- y a comprender a los demás! Pero me parece un disparate continuar en una senda que nos lleva al abismo, con más paro, menos empresas y con el fraude de los más fuertes galopando sin límites en una selva sin más ley que la del libre mercado.
Hace una semana, en esta misma columna, defendía un gobierno de unidad nacional y un programa de mínimos para sacar a España de la crisis entre todos. Sigo pensando lo mismo, aunque en la rueda de prensa del gobierno del pasado viernes solo se veía arrogancia y nulo animo de enmienda; tampoco es aleccionador el panorama en el resto del panorama político, todo sea dicho, unos a la búsqueda del liderazgo perdido, otros, los míos, planteando procesos constituyentes y la líder de UPYD dando lecciones de nuevo estilo político cuando lleva más de 30 años viviendo de la política, y para más inri, la derecha catalana de CIU escondiendo los recortes con su apuesta independentista. A pesar de todo, más de 6,2 millones de prioridades, nos imponen a todos arrimar el hombro con unidad y sin sectarismos

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